
El presupuesto en educación, salud, vivienda y agua potable crecerá, y el gasto en seguridad ciudadana y control del territorio seguirá siendo considerable, si bien el enfoque se redefinirá y la seguridad humana guiará la inversión.
Entender la educación y la salud como derechos tiene costos. La gratuidad en todos los niveles de oferta, el fortalecimiento del preescolar, la construcción de nuevos colegios y la integración entre educación superior, educación media y el SENA, implican ampliar el presupuesto del sector educativo. Asimismo, generar un nuevo sistema pensional. En cambio, garantizar el mínimo vital de agua y la salud con enfoque preventivo no implica más gasto, sino reorganización de las fuentes existentes, limitando corrupción, costos de intermediación y grabando, por ejemplo, el consumo suntuario en el caso del agua, o enfatizar la salud preventiva para disminuir los enfermos y los grandes costos, que benefician a laboratorios y otros empresarios de la enfermedad, en el caso de la salud
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